Grupo Ulma
La igualdad de género, reto para las Cooperativas
Las oñatiarras Cristina Madina y Maixabel Madinagoitia trabajaron durante unos 40 años en ULMA. En la década de los 70, las mujeres, cuando se casaban, estaban obligadas a dejar su trabajo en las cooperativas. En ULMA, estas dos mujeres fueron las primeras que lucharon por continuar trabajando después de casarse.
- ¿Cómo empezasteis a trabajar en ULMA?
En las décadas de los 60 y 70 había mucho trabajo, y muchas mujeres vinimos a ULMA a trabajar. Empezamos en la oficina de Otadui con la ilusión de ser socias. En aquella época, las mujeres que se casaban se solían quedar en casa. Nosotras no queríamos limitarnos a los trabajos de casa y cuidados familiares. Nos gustaba mucho el trabajo de ULMA, y éramos parte de la cooperativa. Buscamos otras maneras de organizar los trabajos de casa y los cuidados de nuestros hijos e hijas, y a los órganos cooperativos les presentamos una solicitud para poder seguir trabando después de casadas.
[...]