Increíble transformación en uno de los hoteles más grandes de Sitges
El histórico Hotel Terramar en Sitges se construyó en los años 30 con una estructura original de la Belle Époque.
Por aquel entonces, en el que viajar solo estaba al alcance de los más privilegiados, Terramar era un hotel exclusivo para la clase acomodada.
El establecimiento, con grandes jardines y glamourosos salones, era digno de la elegancia y el refinamiento de la época.
Pero en los años 60, el aumento de los salarios, la reducción de la jornada laboral y la llegada del automóvil hacen realidad el sueño de muchas familias de pasar las vacaciones junto al mar.
Viajar comenzó a estar al alcance de todos los bolsillos, y llegó el boom turístico.
Para dar respuesta al turismo de masas que invadió la costa, el hotel fue ampliado y reformado, convertido en un gigantesco edificio, irreconocible si lo comparamos con el diseño anterior.
Este era su aspecto por aquellos tiempos.
Y así es como ha quedado después de la última rehabilitación. Vaya cambio, ¿verdad?
En esta última reforma integral, el estudio de arquitectura Isern ha transformado el hotel adaptándolo al siglo XXI y le ha devuelto la elegancia y esplendor de otras épocas.
Para eso, han elegido nuestras albardillas, que puedes ver colocadas sobre los muros de las terrazas.
Daniel Isern, el arquitecto autor del proyecto, nos ha contado que lleva más de 20 años utilizando nuestros prefabricados, sobre todo en rehabilitaciones: “ULMA es un referente por la versatilidad del producto. La moldeabilidad del hormigón polímero te permite, con una solución muy sencilla, resolver casi cualquier elemento. “
Para este caso concreto en el Hotel Terramar, Daniel ha elegido una albardilla estándar:
“En este caso, hemos utilizado producto estándar para una obra curva, con una relación calidad-precio estupenda. El color blanco de la pieza combinaba perfectamente con el monocapa, y así hemos conseguido que el edificio simule un barco blanco anclado en la playa. Además, destacaría el perfil tan discreto que tiene, y lo bonita y suave que es la albardilla cuando la tocas. Para el nivel de acabado, la textura es fantástica.”