El movimiento cooperativo en general y ULMA en particular, es algo que tenemos muy arraigado por estos lares, después de años y años de constante evolución, tanto empresarial como social. Y es que, ULMA y el movimiento cooperativo han sido dos de los agentes más importantes en el cambio que han sufrido Oñati y la comarca en los últimos 50 años.
Es por ello que sabemos la importancia del Grupo ULMA, de sus valores y de la visión del mundo desde esa perspectiva cooperativa. Valores como el trabajo en equipo, la cooperación, el desarrollo social, la participación o la competitividad son y seguirán siendo las claves de ese crecimiento exponencial, tanto en Oñati como en cualquier lugar donde ULMA esté presente.
Pero, ¿qué opinan sobre todo esto los socios y trabajadores de las delegaciones de ULMA? ¿Qué opinan las personas que no lo han vivido de una forma tan cercana?
Queremos lanzar una serie de reportajes en los que transmitir cuál es su percepción, su visión acerca del mundo cooperativo, de la realidad que viven día a día en sus respectivos lugares de trabajo, de las diferencias entre una cooperativa como ULMA y otras empresas de diferentes razones jurídicas. Y todo esto, desde la perspectiva de los propios socios y trabajadores, contado en primera persona. ¡Vamos allá!
¿Sientes que ULMA es diferente a otras empresas? ¿Qué diferencias observas?
> Juan Manuel Varela: Cada empresa tiene su propia personalidad. Y esto viene dado por el sector al que va dirigido y sobre todo, por las personas que lo componen. Quizá la mayor diferencia sea la implicación de las personas en el proyecto.
> Luis Miguel Jurado: Claro que siento y en mi caso desde el primer contacto que tuve con ULMA Packaging, primero en la delegación de Madrid y posteriormente en Oñati. Después, con ULMA Hormigón Polímero (hoy ULMA Architectural Solutions), más a fondo, tanto en las entrevistas, como en la acogida. La diferencia existe, solamente esa acogida en otras empresas, no está tan definida. Llama la atención, viniendo de una S.L. o S.A,. la organización de la empresa y la valoración que se hace de las personas.
¿Qué es lo que conoces del mundo cooperativo? ¿En qué crees que se diferencia de empresas más tradicionales?
> Juan Manuel Varela: Del movimiento cooperativista conozco un poco su historia y evolución. Quizá la diferencia más acusada sea en cómo se pone en marcha un nuevo negocio y el apoyo que ofrecen otras cooperativas cuando hay problemas.
> Luis Miguel Jurado: El conocimiento del movimiento cooperativo, antes de entrar en ULMA, lo conocía por un amigo de Arrasate, que pertenecía a una cooperativa, y me llamaba la atención las cosas que contaba. Me parecía una forma de empresa diferente y más acorde con mis ideas.
Además, de vez en cuando puedes leer en medios de comunicación sobre la Corporación MONDRAGON, cómo se estudia el modelo en el resto del mundo, etc. Son cosas que te hacen pensar. La mayor diferencia, somos trabajadores y socios de la cooperativa, eso nos hace sentir más, estar más implicado, conocer al máximo donde trabajas. Resumiendo, puedes y debes participar.
> Elena Martin: Es la cooperación entre las personas que trabajan en una misma empresa para obtener un fin común. Los trabajadores de las cooperativas, mediante el apoyo mutuo, deben buscar soluciones a problemas de la empresa y mediante esas decisiones colectivas gestionar la cooperativa.
Se diferencia de la empresa tradicional en que los socios tienen una misma meta y objetivo, buscando así un beneficio común. Todos los socios tenemos los mismos deberes y derechos y existe la posibilidad de participar activamente en las decisiones de la empresa, sintiéndote más implicado y más responsable con la misma. Sin embargo, en una empresa tradicional esa posibilidad es mucho más reducida, viéndose mermada la motivación y la implicación con la misma. Además, en la empresa cooperativa el excedente se puede devolver a los socios, mientras que en la empresa tradicional éste corresponde a sus inversores y el que decide es únicamente su propietario.
¿Cómo se vive el cooperativismo desde la lejanía? ¿Cuál es tu impresión general?
> Juan Manuel Varela: Desde luego de forma mucho menos intensa que en la zona. Mi impresión es que la idea de cooperativa se va diluyendo con la lejanía.
> Luis Miguel Jurado: Éste es un punto que siempre me ha hecho reflexionar, porque estando tan lejos, muchos aspectos de tu cooperativa no te llegan; acciones sociales, participación en los diferentes órganos, etc. Por supuesto, las puertas están abiertas y depende de cada uno, aun estando fuera, el implicarse. La impresión general es muy buena, aunque desde mi punto de vista, creo que tenemos que avanzar, revisar este aspecto, dado que cada vez somos más los socios que no estamos cerca de la sede central.
> Elena Martin: El cooperativismo es un modelo desconocido para nosotros, pues vivimos en un entorno laboral donde no es el modo empresarial predominante. Sin embargo, una vez que perteneces a la cooperativa y entiendes la forma de trabajar y su visión global, logras sentirte igual que cualquier trabajador cooperativista de la central.
El inconveniente que tenemos desde la lejanía es el desconocimiento del resto de negocios o divisiones de la cooperativa. Pero gracias a la Asamblea General, a la revista BEGIRA y a la Web Corporativa, podemos acercarnos más a ULMA, sintiéndonos de este modo partícipes de la realidad empresarial de la cooperativa.
¿Percibes la cooperativa como una empresa más igualitaria, más justa?
> Juan Manuel Varela: No, en alguna de las empresas en las que he trabajado, temas como bajas, formación o ayudas a los estudios de los hijos estaban mucho más desarrollados. También viniendo de fuera siempre me ha sorprendido el pequeño número de mujeres en puestos de dirección o incluso en mandos intermedios.
> Luis Miguel Jurado: Sí, es uno de los aspectos que primero se percibe, el tener la posibilidad de acceder a los diferentes órganos ayuda a tener esa idea. La información que se nos trasmite a los socios nos ayuda a poder tener posibilidad de opinar, de decidir y eso ya nos hace ser más justos e igualitarios.
> Elena Martin: Sí, porque el modelo cooperativista es más igualitario en cuanto a su estructura salarial y organizativa, lo que favorece el desarrollo de una sociedad más igualitaria y, en consecuencia, un sistema social más justo.
¿Sientes que tienes poder de decisión en comparación a otras empresas?
> Juan Manuel Varela: La diferencia no es importante. Desde mi punto de vista el poder de decisión se diluye según aumenta el tamaño de la empresa.
> Luis Miguel Jurado: Cada socio tiene poder de decisión con su acción de voto, pero aparte de esto, tenemos una asamblea anual, donde además de toda la información de nuestra empresa, se comparte tanto el pasado de la empresa como el futuro.
> Elena Martin: El poder de decisión en las sociedades cooperativas reside esencialmente en el socio, mientras que en otras empresas es más jerárquico. La Asamblea General es uno de los instrumentos que tenemos para ello, ya que democráticamente decidimos las líneas de gestión más importantes de la empresa. Por consiguiente, en esta reunión los socios adoptan acuerdos vitales, mientras que en otras empresas no existe esta posibilidad.
En cuanto a la Responsabilidad Empresarial y Social (compromiso con el medio ambiente, bienestar social, desarrollo del entorno), ¿crees que ULMA hace más en este aspecto que otras empresas?
> Juan Manuel Varela: No siempre. Esto depende de muchos más factores que sea cooperativa, S.A. o S.L., si bien la cooperativa tiene un mayor arraigo a la zona donde ha nacido.
> Luis Miguel Jurado: Al estar lejos, muchos de estos aspectos no nos llegan, aunque se perciben. Pienso que hacemos más que otro tipo de empresas y se debe a la unión que tenemos, al grupo que formamos.
> Elena Martin: Entiendo que son principios básicos de una cooperativa, mientras que un modelo de empresa no cooperativista no son aspectos prioritarios y en ocasiones son ajenos a la empresa. En ULMA las personas y el entorno en el que trabajan son fundamentales para la organización y su responsabilidad no se limita a generar valores económicos sino también valores sociales y medioambientales.
Como podemos observar en las respuestas de cada trabajador, hay opiniones para todos los gustos. Lo que está claro es que nos queda un largo camino por recorrer. Un camino que ULMA quiere recorrer con sus trabajadores, su principal valor, las personas que lo componen.