El mundo no está quieto y nosotros tampoco podemos estarlo
Cerca de año y medio en el cargo, ¿qué balance general podrías hacer?
Desde un punto de vista empresarial, en este tiempo han sucedido acontecimientos muy importantes como la conmemoración de nuestro 50 aniversario o los procesos de escisiones y fusiones que han tenido lugar en el seno de las cooperativas de ULMA C y E y ULMA Manutención, y que nos están llevando a un desarrollo organizativo más lógico y acorde a la realidad de nuestros Negocios. Obviamente, esto es mérito de los socios y de los órganos de las cooperativas que están llevando a cabo los proyectos con una capacidad de liderazgo muy importante que se ha visto refrendada en los importantes cambios aprobados en el POGU y RIC en las últimas asambleas. Probablemente ahora no seamos muy conscientes de ello pero estas decisiones son las que van a marcar el futuro de nuestras cooperativas y de nuestro Grupo. Por esta vía debemos seguir trabajando, desde la idea de que juntos y apoyándonos unos a otros podemos sortear el difícil tiempo que nos está tocando vivir.
Desde un punto de vista más personal el balance es muy positivo. El cargo me está dando la oportunidad de profundizar en la realidad de las cooperativas de nuestro Grupo, conocer y valorar a sus socios y responsables y tratar de ayudar, en la medida de lo posible, desde el ámbito grupal y desde los Departamentos Centrales, en los complicados momentos que estamos viviendo especialmente en algunas de nuestras cooperativas.
En el apartado institucional, el impulso dado a las Políticas Generales del Grupo, marcadas en el POGU, está posibilitando una mayor cohesión entre todas nuestras cooperativas, ¿cómo observa Irene Alberdi este avance?
Es un avance lento pero creo que seguro. Es decir, todo aquello en lo que en los último años hemos conseguido avanzar en Política Financiera, Social y de Marca y Comunicación se ha demostrado como un importante vehículo de cohesión y de soporte para nuestros Negocios. Debemos seguir avanzando en un desarrollo gradual con la premisa de que no debe ser impuesto sino compartido, ofreciendo siempre algo que las cooperativas perciban como importante para su desarrollo futuro. En esta línea se está trabajando desde los diferentes Comités y Órganos y estoy segura de que, paso a paso, vamos a conseguir ver al Grupo como un verdadero soporte facilitador para nuestras cooperativas.
Tenemos un campo enorme para trabajar y fortalecer el compromiso social, la solidaridad, el modelo de participación como verdadero reto para atender a la ubicación geográfica de nuestro personal, la autonomía, responsabilidad, etc.
El Grupo, por lo tanto, debemos construirlo entre todos e indudablemente debemos focalizarnos en el desarrollo de aquellos aspectos que por diferentes circunstancias se han trabajado menos desde el ámbito grupal. Debemos incidir más en las Políticas de Seguridad y Salud Laboral y en Formación y Desarrollo de Personas. Juntos tenemos el conocimiento y la capacidad que se precisa en estos ámbitos. No sólo es importante el desarrollo de las Políticas Generales, sino también el afianzamiento de nuestros Valores compartidos como Grupo (Cooperación, Participación, Innovación y Competitividad). Tenemos un campo enorme para trabajar y fortalecer el compromiso social, la solidaridad, el modelo de participación como verdadero reto para atender a la ubicación geográfica de nuestro personal, la autonomía, responsabilidad, etc.
En definitiva, hemos hecho muchas cosas, pero debemos estar alerta y en constante revisión. El mundo no está quieto y nosotros tampoco debemos estarlo. Nos queda mucho por hacer con la participación y colaboración de todos.
El apartado económico es un aspecto básico y prioritario en cualquier modelo de empresa y más en estos momentos de crisis. ¿qué balance de situación se podría hacer actualmente del Grupo ULMA en este tema?
El Grupo en su conjunto está muy diversificado y las realidades que nos están tocando vivir son muy diferentes unas de otras en volumen y en tiempo. En términos globales podríamos decir que el ejercicio pasado, 2011, comenzó un cierto cambio de tendencia que este año, si no hay grandes variaciones a final del ejercicio, se verá reflejado también en los resultados globales positivos con los que cerraremos el ejercicio 2012. Desde el punto de vista del proceso de refinanciación también los ratios están siendo positivos, por lo que estamos viviendo un momento de relativa tranquilidad en este aspecto. Pero lo cierto es que los números son números y esta lectura global positiva encierra situaciones, visiones y realidades muy diferentes.
Probablemente ahora no seamos muy conscientes de ello pero estas decisiones son las que van a marcar el futuro de nuestras cooperativas y de nuestro Grupo.
Por lo tanto, desde mi punto de vista, y en la medida que exista al menos una de nuestras cooperativas que no esté en la senda del crecimiento y mejora de resultados, el balance no puede ser del todo positivo. Desgraciadamente esta situación es en la que nos encontramos ahora. Tenemos cooperativas que se han visto abocadas a presentar expedientes de desempleo, pero no es menos cierto que el Grupo está ayudando a que estas situaciones sean, si cabe, algo menos traumáticas, partiendo de la consideración de que todo socio de una de las cooperativas del Grupo ULMA es socio del Grupo y, por lo tanto, corresponde tanto a la cooperativa matriz como al Grupo en su conjunto posibilitar la mejor de las soluciones en cada caso que se produzca. En el pasado reciente hemos tenido procesos similares que aún están pendientes de resolución definitiva en algunos casos, pero lo que ha quedado demostrado es que la solidaridad en el Grupo ULMA no es sólo económica, sino también social. Es algo que debemos de agradecer a todos los socios y responsables de las cooperativas que se han convertido en receptoras de socios en desempleo por el esfuerzo que han realizado y el que aún deberán realizar hasta que la realidad económica permita la creación de empleo en la totalidad de nuestras cooperativas.
Abordar con garantías de éxito el futuro del Grupo ULMA va a requerir de esfuerzos importantes y contar con personas bien formadas. De hecho, nuestras personas y su conocimiento son piezas clave sobre las que construir nuestro futuro. ¿Qué pasos estamos dando para potenciar el desarrollo de nuestro capital humano?
Así es. Los Negocios cambiarán como consecuencia de la realidad a la que les toque enfrentarse, pero son las personas las que tienen que estar preparadas para liderar esos cambios, las que tienen que tener visión y capacidad de adaptación. Obviamente, no es la cooperativa la única que debe hacer algo para ello, también es el compromiso y la motivación de nuestras personas para con el modelo cooperativo y con nuestro Grupo lo que debe estar en la base de todo. Uno de nuestros deberes es el crear los medios para el desarrollo del potencial de las personas, con definición de curvas de carrera, posibilidades de formación y desarrollo de capacidades en los Negocios del Grupo. La diversidad de tamaño y sectores de nuestros Negocios puede parecer un hándicap en algunos casos, pero creo que es un plus y una oportunidad a aprovechar para el desarrollo del talento. Es evidente que no estamos en el mejor momento para realizar grandes esfuerzos e inversiones en este aspecto, pero sí creo que estamos en un momento inmejorable para sentar las bases de lo que nos gustaría ir haciendo en el futuro.
Desde la responsabilidad de la Presidencia del Consejo General del Grupo ULMA y con la visión de un tiempo ya del cargo, ¿Cuáles son a tu juicio los verdaderos retos a los que nos enfrentamos como Grupo?
Desde mi punto de vista el mayor reto a medio-largo plazo es el de conseguir mantener y desarrollar en el tiempo un modelo empresarial cooperativo que posibilite la creación de oportunidades de empleo cualificado en nuestro entorno. Como ya hemos comentado, nuestras cooperativas se enfrentan a una realidad de empresa internacional con un peso cada vez mayor de personal en el exterior. Definir un modelo organizativo y de participación en el que todos nos sintamos cómodos y que esté en consonancia con nuestros valores cooperativos va a ser otro de los debates que tendremos que acometer en un futuro no muy lejano.
Por último, algún mensaje al colectivo del Grupo en estos momentos de dificultad por los que estamos pasando…
El mensaje no puede ser más que de esperanza. Creo que tenemos muy buenos mimbres, gente comprometida y con capacidad de liderazgo que va a hacer que salgamos fortalecidos de esta crisis. No podemos olvidar tampoco la herencia que hemos recibido de la gente que antes que nosotros tuvo que vivir momentos sociales y económicos tanto o más complicados que los actuales y que consiguió dar la vuelta a la situación. De ellos hemos de aprender a no desfallecer, intentar tener visión de futuro y trabajar para conseguirlo. Creo que se ha demostrado, en estos últimos 5 años, que nuestros socios y trabajadores ponen por delante de sus objetivos individuales el beneficio colectivo y ésa es la vía por la que entiendo vamos a salir fortalecidos. A pesar de ello no será suficiente, deberemos gestionar con eficiencia las oportunidades de negocio que se nos presenten con una clara vocación internacional. Será necesario también que continuemos trabajando en las vías de la solidaridad y el compromiso. Gracias a todos.